La palabra “azafata” proviene del árabe “safat”, algo así como un cesto de mimbre en el que la encargada de ayudar a la señora a vestirse, desvestirse o cualquier otro menester, dejaba algunas pertenencias de la misma como perfumes, joyas, etc…


Esta palabra se castellanizó, dando origen a “azafate”, que identificaba a unas cestillas similares a las árabes y que también eran portadas por las doncellas que ayudaban a las señoras.
Era un trabajo destinado a unas privilegiadas (en ambos períodos), por lo que las encargadas de tal acción estaban muy bien consideradas; y acabaron por ser definidas por el nombre del elemento que portaban.
De esta manera “azafate” definiría tanto al objeto como a la persona que lo llevaba, evolucionando en el tiempo hasta la actual “azafata”

instagram: @netravelca

×